Las principales variedades de uva que se emplean a lo largo y ancho del mundo para la elaboración de vinos blancos son las siguientes:
Procedente de la Borgoña Francesa, se ha convertido en la uva blanca más preciada del mundo. Perfectamente adaptada en diversas zonas españolas como el Penedés, Costers del Segre, Somontano, Navarra, etc.
El chardonnay poco maduro sabe a manzana verde, cuando permanece un largo tiempo en la vid (climas fríos) presenta aromas de pera, acacia, limón y pomelo, notas de nueces, miel y un toque mineral y ahumado, algo tostado (roble) y una acidez equilibrada.
En climas más cálidos aparecen aromas tropicales de mango, banana, piña, miel y melón, con notas tostadas, especias y caramelo.
En todos estos matices Influyen mucho el terroir, la producción, el clima y sobre todo el productor.
Gewürztraminer
Variedad tradicional de la zona de Alsacia y Alemania. Madura y concentrada, tiene aromas de pétalos de rosa, lichis, y canela, suaves recuerdos a lilas y azahar con piel de cítricos y madreselva.
De vendimia tardía presenta dulzura y mucho perfume. Son vinos que envejecen mejor en la botella; envejecimiento que les añade complejidad y riqueza pero reduce sus notas de rosas y lichis. En Alsacia los mejores vinos dan notas de pimienta recién molida.
Resulta excelente el maridaje de estos vinos con platos indios o chinos (jengibre y especias).
Riesling
De ella proceden los vinos blancos más preciados de Alsacia, Mosela y el Rhin. Los aromas de esta uva son tan diversos como los terroir en los que se cultiva.
La pizarra le aporta notas minerales, ahumadas y terrosas; mientras que en otros aparecen notas de alquitrán, florales y especiadas. Las notas a melocotón y manzanas verdes son frecuentes así como el membrillo y la piel de cítrico. Más maduros tienen aromas y sabor a albaricoque y piña, lima y tostados.
Con el envejecimiento en botella aparece el característico olor a petróleo o queroseno. El envejecimiento del buen riesling, está ligado a la acidez del vino y por regla general dependiendo de las zonas de producción se suelen beber de tres años en adelante, aunque es normal encontrar vinos de 10-15 años.
Sauvignon Blanc
Esta uva blanca de calidad, originaria de Francia, se cultiva en Burdeos (Graves) y en el Loire, y se ha ido aclimatando en otros países como Argentina, Chile, California y especialmente en Nueva Zelanda. En España sobre todo en Rueda y Cataluña.
Tiene notas de fruta de la pasión, uvas frescas, kiwi y recuerdos de zumo de lima. Resulta muy refrescante y agradable de beber.
Más madura desarrolla notas de melocotón blanco, nectarina y melón que le ocultan todo exceso de acidez.
Con temperaturas de fermentación bajas, desarrolla toda una gama de sabores de frutas tropicales: piña, plátano…
Con el envejecimiento en botella, adopta sabores de miel, tostados y membrillo con un carácter más complejo pero menos afrutado.
Viognier
La gran joya del Ródano (Francia), despierta cada vez más interés en todo el mundo y en España se está aclimatando con facilidad, gracias al carácter mediterráneo que comparte con su origen.
La norma general es que no mejora con la edad, y sobre todo en su feudo del Ródano (Condrieu) el viognier se encuentra mejor cuando tiene poco más de un año.
Tiene notas de flores y frutas aromáticas, jazmín, madreselva, especias, albaricoques y melocotón y cáscaras confitadas. Son vinos delicados y sutiles, por un lado y con una textura cremosa, por el otro.
Es una uva difícil de cultivar y vinificar, por lo que exige mucho equilibrio. También requiere vinos maduros, otra razón para su difícil cultivo.
Resulta muy adecuado para aperitivo, sus sutiles sabores tienen afinidad con las hierbas aromáticas y las especias (romero y azafrán). Buen maridaje con platos indios y con pollo y cerdo con salsas cremosas.
Encontramos buenos vinos con esta variedad en California, Sudáfrica y Australia.